La voz cantante
Hay quienes parecen haber venido a este mundo con la única pretensión de querer llevar a toda hora la voz cantante, acallando en plan divo toda voz ajena que no les venga a bien tener que escuchar, dejándolos en un nivel inferior que igual no merecen. Por el contrario, hay a quienes no les queda más remedio que tener que soportar, sin apenas rechistar, ni siquiera pestañear, las continuas salidas de tono y las conductas desafinadas de todos estos pequeños aspirantes a “solistas”… Es entonces cuando más me lo pregunto: ¿Dónde me ubico?... Supongo que como en otros muchos casos semejantes: ¡en ninguno de los dos grupos!... Digamos que, en momentos así, mi verdadero “yo” se limita a viajar solo y sin rumbo fijo hacia tierra de nadie, buscando así un lugar mejor donde no tengan a bien suceder este tipo de cosas… ¡Lástima que en tierra de nadie no haya apenas nadie compartiendo mi postura!.
Reconozco que mi apreciada armonía interna se tambalea cuando siente cercana la presencia de uno de estos “artistas” en el insano arte de la prepotencia; más aún, cuanto más parecen empecinarse, estos “aprendices” con disfraz de maestro, en querer dar la nota alrededor mío; aunque, mi paz interior tampoco es que se relaje demasiado contemplando la sumisión con la que al final acabamos siempre echándonoslo todo a la espalda… No obstante, a pesar de todo: ¡bienvenida sea siempre la prudencia!.
No deja de resultarme llamativo, ¿existe algo más inútil que tratar de llevar siempre la voz cantante?... Por más que nos empeñemos, hay una voz a la que nadie consigue acallar, ni tan siquiera gritando a pleno pulmón. Ella está ahí, hablándonos en silencio, acompañando nuestros momentos de más intimidad, pronunciando siempre la última palabra por más que nos pese, susurrándonos de forma completamente espontánea. Ella no duerme, ni tampoco descansa. Con una tesitura grave, antes o después, te critica, te juzga, te reprime, te reprende, se llega a burlar de ti; con un timbre más o menos armónico, es capaz de adularte, de despertar tu vanidad, tu orgullo. No necesita micrófonos que amplifiquen su potencia de voz; por sí misma, ella es capaz de alcanzar distancias aparentemente infranqueables; tan sólo, es ella quien lleva al final: !la verdadera voz cantante!... ¡Allá cada cual con su conciencia!.
Mi pequeña vocecita interior ya tintineaba las campanas reclamándome la vuelta... Ahora mismo me dice, !bienvenida a casa Alalluna!... Mañana prometo pasarme por la vuestra; así que, ir preparando una buena taza de café para cuando os haga la visita que imagino que tengo mucha lectura atrasada... !Hasta mañana a todos!... ;-)
14 Cosquillas:
Yo diria que muchos de esos solistas no escuchan "su vocecita interior".... por qué no callan !!
Para escuchar, tienes que callar en algún momento, y hay gente que hacer esto le cuesta horrores, pues piensa que en ese breve momento en que dejen de taladrar los tímpanos de los demás, éstos pensarán con claridad y verán que lo que tienen delante es un simple charlatán.
Hay gente que no calla ni debajo del agua. Yo también conozco gente así, que hablan en todo momento,que no escuchan. Yo diría que lo más grave no es eso, lo más grave es que ni siquiera se escuchan a sí mismos.
Siempre me acuerdo de una canción de Sabina que dice: "que no te quiten la vez los que hablan sin respirar".
Lo malo es cuando sin darnos cuenta nos contagiamos de esa ilusión,de esa necesidad y pretendemos llevar la voz cantante sin quererlo ni desearlo siquiera. Entonces es cuando comienza el verdadero problema.
Y siempre llevan la razón de su parte y nunca se equivocan...
Besotes.
Lamentablemente hay demasiados aspirantes en este mundo a solistas.
Besos.
P.d. vaya! siento no haberte tenido preparada una tacita de café, para cuando pasaras por mi blog.
Maaaaaaarchando un cafe para Alallu!!!
Lo peor es que a veces nos dejamos llevar por esos "solistas" ... y no les lleves la contraria!! porque entonces te convertirás en su enemigo natural ...
Para estos casos yo suelo usar el llamado efecto corriente ... esto es, que por un oido me entra y por otro me sale ... y a otra cosa, mariposa ... jajajaja
Un besazo!!!
Si que he conocido yo a algunos de esos, si. Y a veces se hacen insoportables.
Yo a veces también he sentido la necesidad de hablar compulsivamente, aunque normalmente mi modo standar es modo in y muy poco out.
Besitos.
Lo que les ocurre a estos solistas es que hablan tan alto intentando hacerse oír de todos, que ni tan siquiera son capaces de escuchar su vovecita interior.
Oye, pues está bien este blog, jejejeje... Muchas gracias por la visita al mío, hermosura. Has visto que te la devuelvo? Que luego no puedas decir que no vengo nunca verte. Un besote.
Siempre he creído que en esta vida tienes un par de opciones:
-Pasar desapercibido
-Dar la nota
*Ir a tu rollo
Yo soy del inexistente tercer grupo.
Bueno, está claro que en este mundo tiene que haber de todo...aunque parte de ese 'todo' no sea siempre de nuestro agrado.
A veces, sin duda, lo mejor es pasar desapercibido para los demás...Aquellos que realmente nos importan, si sabrán percibirnos!
Un beso !!
Pienso que lo más importante es hacer las cosas o colocarse donde uno se encuentre más a gusto siempre que no se perjudique al resto claro. Y pasar de estos predicadores. Independientemente de que como bien comentas haya pocas personas en esa postura.
Pero no hay que renunciar a hacer cosas por el simple hecho de ir solo o un poco a contra corriente de tu entorno.
Aunque te lo parezca, no estás sola. Hay mucha gente como tú quizá todavía por conocer.
Un besito.
Y a mí que me gusta mucho más escuchar que hablar...
Por eso te escucho, bueno, quiero decir, te leo, je,je
un beso
Alallu, te escribo estas líneas sólo para saludarte y para que quede constancia de que leo, como siempre, con mucho agrado tus artículos, pues nada más lejos de mi voluntad es el llevar la voz cantante ni tampoco unirme al coro polifónico de los que nunca han roto un plato.
;-)
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