08 noviembre 2006

A quien corresponda...

En este mundo superficial en el que nos ha tocado en “suerte” vivir, ya hasta incluso el conocimiento llega a ser algo meramente superficial en el más amplio sentido de la palabra. Puede que la metralla incesante de información sin formación; o peor aún, de la deformación de la información en algunos medios de comunicación, sea la responsable de que por lo visto gustemos cada vez más de lo fácil, lo rápido y lo trivial... Parece ser que la indiferencia está ganando de lejos la partida a la reflexión; aunque, no deja de ser lógico y normal, para liberarnos un poco de la presión de esta vida acelerada, de las tensiones y de nuestros temores, parece ser que las personas acaban refugiándose en posturas puramente materialistas, egoístas, haciendo un poco la vista gorda a todo aquello que les está de más.

Empezamos a estar ya demasiado acostumbrados a no buscar la profundidad de las pequeñas cosas, a pasar por alto demasiado y cada vez con más frecuencia. Si es verdad que el saber no ocupa lugar, entonces: ¿por qué cada vez hay más gente que se pasa de lista y cada vez hay menos gente preocupada por luchar en contra de su propia ignorancia?. Es posible que se nos crucen a diario tantas cosas que nos obligan a pensar en contra de nuestra voluntad; que cuando nos sobra tiempo para poder hacerlo libremente, quizás, sólo quizás, ya no nos queden ganas de darle más vueltas al coco… Por todos lados, estamos rodeados de patrones de comportamiento que lo confirman; aunque, ahora que acabo de volver de mis mini-vacaciones, y aunque quede feo hacerlo, señalaré con mi dedo una actitud de la que seguro, alguna que otra vez, muchos de nosotros hemos pecado.

En cuanto nos surge la mínima oportunidad, echamos a volar por el mundo nuestra alma más viajera; sin ser conscientes de que, desgraciadamente, lo de ser “viajeros” se nos queda grande, ¡sólo nos está permitido llegar a ser turistas ocasionales!. Puede sonar incoherente, pero: ¿cuántas personas dan más importancia a viajar a cuantas más ciudades distintas mejor, cuanto más lejanas entre sí mucho mejor, que a recorrer todo aquello que, en teoría, deberían conocer mejor que la palma de su mano?. Tenemos demasiadas aspiraciones de llegar a conocer el mundo, pero somos los más grandes desconocedores de nuestras propias ciudades de origen. Somos capaces de desplazarnos miles de kilómetros con el único fin de llegar a un destino, aún a sabiendas de que allí solo podremos llegar a conocer algunos de sus lugares o monumentos más representativos; y después, somos incapaces de cruzar dos calles para visitar como quien dice uno de nuestros museos. ¿Alguna vez habéis hecho turismo por vuestra propia ciudad?, espero que sí; porque, aunque no lo parezca, es algo que puede llegar incluso a sorprenderos.

Callejeando por el casco antiguo de Valencia a uno le suelen pasar desapercibidas demasiadas cosas; pero, una vez tienes tiempo para adentrarte en esas pequeñas historias que toda ciudad esconde, pasear se convierte en mucho más que un simple verbo. En una pequeña callecita venida a menos del casco viejo de mi ciudad, justo en la casa donde reposa el conocido "portal de la Valldigna", fue donde se editó el primer libro “impreso” en toda España. Cada vez que paseo por allí me quedo con un extraño sabor agridulce de sensaciones; según mi punto de vista, lo que hace que una ciudad tenga personalidad propia es principalmente su historia y su geografía, todo lo demás es puramente artificial y se puede conseguir haciendo uso del poderoso señor Don Dinero… A quién corresponda: ¡sería un rincón precioso si estuviera mucho mejor conservado!. Los alrededores de este portal son también una joya única, confío en que algún día el ayuntamiento rehabilite toda esa zona y lo trate en función del valor histórico que realmente tiene, es una verdadera pena ver como sobreviven en mi ciudad los restos de nuestra muralla árabe. Aunque, ya se sabe, a veces los políticos no tienen orejas suficientes para escuchar la queja de todo un barrio. Lugares como este no deberían caer nunca en el olvido, no hay que correr el riesgo de que algún día dejen de existir y acaben siendo tan sólo un lejano recuerdo en nuestra memoria.


Hay que ver lo juguetona que se pone a veces esta cosa caprichosa que tengo justo encima de los hombros… Hoy me senté delante de este teclado con la única intención de hablar sobre libros; pero, como suele pasarme muchas veces, una idea me lleva a otra y al final… ¡mis dedos acaban entretejiendo otro tipo de tema bien distinto!... En fin, otro día hilvanaré mejor la trama desde un principio, espero que en la próxima ocasión mi cabecita loca si me dé permiso para hablar sobre los libros sin obligarme a vender para ello la enciclopedia entera… En todo caso, ¡ella siempre es la que tiene el mando!... ¡FÉLIZ MIÉRCOLES!.


15 Cosquillas:

La cosquilla de Blogger DANI dice...

Joder, Alalluna, cada vez que leo tus posts me hago pequeñiiiiiiito, pequeñiiiiiito.

De verdad que si te has sentado delante del ordenador y esto te ha salido tal cual, es que eres un crack de la comunicación.

En fin, no es por hacerte la pelota, pero me estoy haciendo adicto a tus reflexiones.

PD: Cuanta razón tienes

un beso pelota

9:09 a. m.  
La cosquilla de Anonymous Anónimo dice...

Que te voy a contar que no sepas ya !! Resulta que un día te enteras de que esa montaña medio comida por la cantera y donde hay el primer tunel ferroviario de la península y por donde pasas en bicicleta cada vez que vas a la playa tenía en su cima un poderoso castillo que defendía toda esa parte de la costa, o bien que por las montañas cerca de donde vives hay desde poblados ibéricos a ruinas de castillos con su leyenda de fantasmas...

(Por cierto, ya me han traido el mapa de las montañas jijijijiji)

9:21 a. m.  
La cosquilla de Anonymous Anónimo dice...

benvinguda Alalluna, espero que te la hayas pasado muy bien. por aquí se te ha echado de menos.
respecto al viajar y adonde, siendo muy interesante el conocer tu entorno, tampoco hay que desdeñar el visitar otros países, cuanto más alejados mejor, pues es fundamental tomar contacto con otras gentes, diferentes culturas y contrastar costumbres.
ésto, aparte de enriquecernos culturalmente, nos llevará al conocimiento de esos comportamientos que nos extrañan y nos hacen temerosos, pues lo que mas se teme es aquello que se desconoce.
eso sí, hay que viajar documentado. evitar ese tipo de “tour” del =hoy es miércoles, luego esto es bélgica=.
hay que estar y hay que salir, pues si no se sale se pueda caer en esa especie de endogamia viajera que sólo nos permite mirarnos nuestro propio ombligo.

10:55 a. m.  
La cosquilla de Blogger Lara dice...

Pues tienes mucha razón. Y los políticos hacen oidos sordos a estas cosas porque tienen otras cosas más importantes en que pensar, o eso creen.
Besos.

11:56 a. m.  
La cosquilla de Blogger Marie dice...

Buen día, amiga. Coincido completamente en todo loq ue dices. Creo que muchas veces me pregunto por qué la gente de mi país, por ejemplo, cuando tiene que irse de vacaciones escoge Brasil si aquí en Argentina tenemos paisajes sorprendentes y estoy segura de que no los conocen. Me quedo con tus palabras dando vueltas... Feliz Miércoles!

2:13 p. m.  
La cosquilla de Anonymous Anónimo dice...

Realmente el hacer turismo por tu propia ciudad es algo muy recomendable... aunque no lo parezca, siempre se descubre algo nuevo. Me ha gustado tu reflexión, de verdad que escribes de maravilla.



Un besazo!

9:36 p. m.  
La cosquilla de Anonymous Anónimo dice...

Realmente nuestra propia vida es un simple viaje dentro del cual vamos de turistas. Ya es tarea nuestra de escoger el papel de simple turista que pasa sin enraizar en nada, o ser aquel turista que deja sus huellas por todas partes sin importarle nada, o simplemente ser una caja vacia para llenarnos de experiencias...

10:12 a. m.  
La cosquilla de Anonymous Anónimo dice...

Vaya, vaya Alalluna! que casualidad, precisamente anoche estuve visitando El Portal de la Valldigna. Nunca lo había visto y "una personita" me llevó a verlo. Y que escondida está este portal,entre unas calles estrechas y a falta de rehabilitar los edificios que la rodean. Tiene su encanto, como toda Valencia, que aunque no es mi ciudad natal, últimamente la estoy saboreando como si lo fuera, gracias a que casi a diario voy de turismo por esta ciudad.
No hace falta irse lejos para admirar la belleza que encierra un lugar, con solo dar unos pasitos desde tu casa puedes descubrir rincones que forman parte de la historia de la ciudad.
Besos!!

3:18 p. m.  
La cosquilla de Anonymous Anónimo dice...

Supongo que vamos tan deprisa, que no nos fijamos en esas pequeñas cosas, que merecen tanto la pena

Un beso

9:17 p. m.  
La cosquilla de Blogger Alalluna dice...

Dani: Bueno, gracias por el beso pelota. Con esto de escribir nunca se sabe, a veces me cuesta más y a veces menos. Supongo que esta vez venía con las pilas recargadas después del "largo" fin de semana y eso siempre ayuda a facilitar las cosas. Besos y en cuanto pueda te devuelvo el "peloteo" jajaja que ya se sabe que la pelota siempre tiene por costumbre ir de parte a parte del campo. ;-)

Carquinyol: Miedo me da ese mapa!, menos mal que mi instinto de supervivencia hará que lleve abituallamiento en la mochila; en caso que me perdiera, no quiero acabar comiendo a base de madroños!!. El sábado estrenamos el mapa, iré preparando mi kit de montañero profesioná jajaja!! :-P

Ángel: Claro que no hay que desdeñar el ir a conocer otros países. No hay nada mejor que meterse a Willy Fog para enriquecerse como persona a base de experiencias. Pero, al margen de eso, no dejan de sorprenderme aquellas personas que valoran más aquellos lugares que ponen de moda las agencias de viajes que todo lo que tienen al alcance de su vista y no se molestan ni si quiera en conocer. Besos

Lara: Tienes razón, lo que no interesa económicamente se suele dejar de lado. El valor paisajístico o cultural no siempre forma parte de las prioridades de quien tiene la sartén por el mango.

Abril, J.C: Me han hablado maravillas de Argentina. Así que si algún día me toca la loteria y tengo la posibilidad de ir por ahí un tiempo pienso comerme más de un churrasco y aprovechar muy bien el tiempo. Besos a mis dos argentinas preferidas.

Mandril: Besos, ahora en cuanto acabe de contestar a los demás me voy de viaje por vuestros blogs, que estos días por culpa del dolor de cabeza que se me ha instalado en la azotea los he tenido un poco abandonados.

Xiluso: Muy buena reflexión, tienes mucha razón. Besos

Brisa: No hay nada mejor como buscarse un buen guia turístico para aprender a mirar las cosas desde otro punto de vista. Nos vemos en unos días.

Istharb: Hay has dado en el clavo, lástima de que nos dejen tan poco tiempo libre para poder disfrutarlo como más nos guste a cada uno. Besos

1:29 a. m.  
La cosquilla de Anonymous Anónimo dice...

Mi ciudad es pequeñita pero creo q conserva el encanto de las cosas simples. Es cierto q muchas veces somos turistas ocasionales y q preferimos ver ciudades lejanas antes q las nuestras propias porque parece q no tiene mérito el viajar tan cerca. Una pena!
Me ha gustado tu reflexión y ha sido un placer leerte.
Saludos!

12:53 p. m.  
La cosquilla de Blogger rh dice...

Supongo que serás mucho más joven que yo, pero he pensado muchas veces observando a mi hijo y a sus amigos, cómo cambian los tiempos las formas de afrontar las cosas. Al principio pensé que eran más superficiales por esa indiferencia respecto de temas políticos, sociales o filosóficos, pero luego me pareció entender que los cambios de la sociedad los han hecho cambiar en su forma de plantearse lo que todos nos planteamos. Creo que quien tiene inquietudes no es indiferente, aunque lo sea de forma reservada.

Tienes una gran razón en lo de los viajes, pero yo creo que viajar es una "actitud",que nada tiene que ver con el turismo. Tengo que reconocer que a mí no me preocupa demasiado descubrir muchos detalles de la historia de mi entorno inmediato, son tantos, aquí y allá, que me basta con detenerme en aquellos que llaman mi atención, sin que éstos tengan que ser forzosamente los más conocidos. Me gustan esos rincones olvidados, como el del portal de la Valldigna que cuentas y, quizá por romanticismo, me complace saberlos medio olvidados, aguardando ahí para quien los quiera descubrir.

Un ejemplo (no he estado en Kenia pero he leído bastante sobre Africa): ¿Has visto Memorias de Africa, verdad? Excelente película basada en una fascinante historia real sobre el amor de Karen Blixen (escritora danesa con el sobrenombre de Isak Dinesen) y Denys Finch-Hatton. Bueno, pues el sitio ese de la película donde enterraban a Denys (Robert Reford), sobre una colina donde se tenía una vista preciosa de las Tierras Altas, es el punto más turístico de Kenia. Pues bien, ese amor tan extraordinario y tan único, no era tal como lo presentan en la película ni en los folletos turísticos, porque si bien había una profunda relación entre Karen y Denys, en los últimos años de la vida de Denys, aún a pesar de seguir visitando a veces a su querida Karen, estaba enamorado y viviendo su verdadera historia de amor con otra aventurera africana, quizá más fascinante aún, que se llamaba Beryl Markham (aviadora y también escritora).

La película hizo que la tumba de Denys sea el lugar más visitado y conocido de Kenia y que, sin embargo, casi nadie conozca la fascinante historia del "Tren lunático", una línea de ferrocarril desde la costa hasta el interior de Kenia, que aún funciona y que atraviesa el enorme parque natural de Tsavo, una de las mayores reservas de animales salvajes de África.

Así son las cosas, por eso, lo bueno es ser como tú, tener una cierta actitud viajera y exploradora, aunque en un momento determinado sólo estes viajando por el casco antiguo de tu ciudad. Y si en algunos casos es absolutamente necesaria la intervención de la Administración para recuperar un determinado patrimonio, creo que a veces, es mejor que no intervenga porque son bastantes los casos en los que se ha estropeado o desvirtuado el verdadero encanto y esencia de un bien histórico o arqueológico (esto último también "a quien corresponda").

Un gran abrazo, Alalluna

1:53 p. m.  
La cosquilla de Blogger AVG dice...

Nunca se valora lo que se tiene cerca. Pero bueno no me voy a ir por peteneras que me conozco.

Tenemos muchas cosas cerca por descubrir, sólo hay que prestar un poco de atención. A mí me encanta Valencia (entre otras muchas razones) porque siempre descubro algún detalle nuevo, ya sea paseando por el casco antiguo o por el río.

Me encanta sentirme un personaje anónimo y disfrutar de esa sensación de perderme, como si por unos momentos no supiera dónde estoy, en ese instante soy yo, sólo yo, libre.

Aunque disfruto yendo en solitario, también está bien perderse con alguien que te muestre nuevos sitios a los que no llegarías nunca, pues dos personas no se pierden de la misma forma, sino que se encuentran la una a la otra...

6:18 p. m.  
La cosquilla de Anonymous Anónimo dice...

Tienes razón, normalmente la gente presume de conocer lugares lejanos y no sabe nada de lo que tiene al lado.

Yo, por fortuna, tengo un padre que no ha dejado de contarnos historias sobre nuestra ciudad, historias de esas que sólo te pueden contar los que ya llevan muchos años a sus espaldas. Gracias a él he aprendido a amar a mi ciudad, a valorarla y ahora, al mudarme a otra lejana, intentar conocer un poco sobre ella.

8:24 p. m.  
La cosquilla de Anonymous Anónimo dice...

Me suele pasar, que llego a escribir algo y mis dedos se van por las ramas jiji

Que tengas un buen fin de semana

12:29 a. m.  

Publicar un comentario

<< Home

eXTReMe Tracker