Entre puzzles anda el juego
- No, Te quiero a ti.
No cabe duda de que son precisamente los pequeños detalles los que hacen que la vida cobre sentido; y es que vivir es como hacer puzzles, no hay nada más que ir colocando sucesivamente pequeñas piezas con la única intención de conseguir que todas encajen. En el momento alguna se nos pierde, pensamos que ya no podremos nunca verlo terminado. Si por descuido cometemos el error de colocar alguna en el sitio equivocado, de repente, todo se vuelve un quebradero de cabeza y no podemos evitar tener la sensación de que ya no hay valiente que enderece lo torcido. Pero, conforme recuperamos la serenidad, encontramos la pequeña pieza que nos faltaba en el lugar más insospechado, o nos damos cuenta de nuestro error rectificándolo a tiempo; entonces, todo comienza de nuevo a tomar forma haciéndonos sentir realizados.
Las cosas aparentemente insignificantes son como esas pequeñas piezas sin las cuales nuestro puzzle no estará nunca completo, lo más sencillo es lo más esencial; pero, no todo el mundo se da cuenta de ello. Solemos vivir siempre tan inmersos en nuestras propias preocupaciones, siguiendo nuestra propia inercia, que incluso nos volvemos ciegos, incapaces de reconocer lo que de verdad es importante para nosotros, lo que de verdad nos haría felices. Nos conformamos con una vida en la que sabemos que las piezas no están encajando a la perfección, tan sólo por no tener que enfrentarnos a la pereza que supone tener que desbaratar el puzzle para volver a hacerlo de nuevo; y esta vez, de la manera correcta. Sólo bajo situaciones extremas, cuando estamos a punto de perder algo, o cuando ya lo hemos perdido, nos da por recapacitar y por pensar en que la felicidad sólo dura pequeños espacios de tiempo, es absolutamente momentánea, y el juego sólo es divertido mientras dispongamos de esas piezas, de esos pequeños detalles, que hacen que nada carezca de sentido.
¿Mi último momento de felicidad?. Hace unos minutos; y es que, cuando uno aprende a disfrutar de todas aquellas cosas que se escriben con minúsculas: una puesta de sol, un concierto, un paseo por la playa... Entonces, sólo entonces, !las piezas encajan con mucha más facilidad!.
3 Cosquillas:
"La felicidad sólo dura pequeños espacios de tiempo", mientras sean continuos y seguidos da igual que sean pequeños, lo importante es que vayan encadenados y uno detrás de otro, y así seguro que nuestro puzzle es mucho más agradable de construir.
Esos pequeños momentos ... un beso por las mañanas, una caricia, un guiño de ojo, el sonido del mar, una sonrisa sincera ....
Hay tantos pequeños momentos que nos hacen felices ... y que a veces no apreciamos.
Un abrazote, Alallu
Un susurro antes de ir a dormir: "t'estimo carinyo, bona nit"
El día que eso se pierda, me replantearé la vida.
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