Manos rotas
Aprender el difícil lenguaje de los signos no es la única manera de conseguir que nuestras manos hablen. Hay gestos que sin necesidad de tener que aprenderlos, ya son de por sí todo un lenguaje. Las manos tienen mucho poder cuando en ellas ponemos el corazón; pero, a veces olvidamos que ellas también tienen su propia personalidad, tanto es así, que puede incluso parecer que cobren vida propia. Entre una de sus muchas cualidades, está la de no ser cotillas. Ellas no suelen nunca hablar mal de los demás; pero eso sí, son las más sinceras a la hora de alabar las buenas costumbres de sus propietarios y las más estrictas a la hora de delatar sus pequeños "pecadillos". Y a la hora de pecar, parece ser que todas se ponen de acuerdo en algo: !Somos unos auténticos manos rotas!.
¿Quién llegó primero la gallina o el huevo?, ¿quién tiene verdaderamente la culpa el que compra o el que es capaz incluso de vendernos su alma si fuera necesario?. En muchas ocasiones, todos gastamos más de lo que realmente necesitamos; pero, una cosa si es bien cierta, algún motivo debe haber para que hayamos aprendido a comprar de una forma tan compulsiva, algún tipo de necesidad subjetiva necesitaremos cubrir con ello, aunque sólo sea la de poder sentirnos mejor con nosotros mismos superando por unos pequeños instantes nuestras pequeñas frustraciones.
Por buscar un consuelo que no quede: dicen que consumimos mucho, pero también dicen que somos los que más ahorramos; y ahora digo yo, ¿cómo se come eso?, !debe ser con palillos chinos porque a mí se me hace realmente complicado sólo el pensar que eso pueda ser posible!. Aunque, en realidad, a mi lo que menos me preocupa es saber cómo administra cada cual su propia casa... Encuentro más preocupante que nuestra clase política, en la que incluyo a todos por igual, prefiera dedicarse más a "esconder a manos llenas" que a administrar de forma racional los bienes que son de todos. !Pero no se vayan todavía que aún hay más, no todo se reduce siempre al dinero!... Encuentro mucho más preocupante todavía, que quienes tienen en su mano el poder de evitar que se malgaste algo "irrecuperable", como nuestros recursos naturales, no muevan ni siquiera uno de sus dedos para hacerlo.
Lanzo una pregunta al aire: ¿Cómo es posible que, desde hace ya meses, en Valencia estemos en una situación crítica respecto al agua y, desde mi gobierno autonómico, no se hayan aplicado ningún tipo de medidas restrictivas para tratar de minimizar el problema?, ¿a qué han estado esperando durante todo este tiempo desde el gobierno de la Generalitat?, !por lo visto a que se nos sequen del todo los pantanos!. No suelo ser mal pensada, pero ahora ya tienen en sus manos una nueva arma arrojadiza con la que poder seguir echándose en cara las cosas los unos a los otros. !Bonita manera de seguir metiendo mano a nuestros votos!. !Quién se los lleve gana!, por lo visto: !a eso se reduce todo!. Aunque, como la finalidad de este blog no es la de entrar en política, por una vez preferiré ponerme la mano en la boca antes de que se me vaya más la mano; a fin de cuentas, yo tengo las manos atadas y ellos siempre tienen el mundo en sus manos.
Por cierto: Gracias a Ángel por haberme inspirado en cierta manera con su comentario este pequeño texto, y millones de gracias a todos por encontrar el tiempo, y la paciencia suficiente, para pasar un “ratito” conmigo. ¿Qué más puedo decir?, supongo que lo que ya sabéis, que mis manos hablan cada día delante de este teclado, que no puedo predecir lo que dirán mañana, pero que espero que sigáis aquí para querer escucharlas.
9 Cosquillas:
Como de manos va la cosa, ya sabes que cierta gente hace muy bien los juegos de manos, unas manos con maletín por aquí, otras manos con informes que dicen lo que quieran por allá,... y lamentablemente a algunos por afán de poder se les va la mano y ahora son los pobres ciudadanos los que, como siempre, acaban poniéndose las manos en la cabeza.
Espera que junto mis manos para darte un buen aplauso por el apropiado juego de palabras de tu comentario. Me ha gustado especialmente.
Las manos, esas que tanto nos pueden delatar sobre nosotros mismos.
Hay personas que por muy grandes que tengan las manos, poco pueden abarcar en ellas para ofrecer a los demás.
Alalluna, que tus manos sigan hablando aquí, ofreciéndonos agradables momentos con tus palabras.
Siempre se echa de menos una brisa freca que renueve un poco el ambiente de este pequeño pisito. Si vuelves a desaparecer tanto tiempo por aquí, soy capaz de preguntarle al viento para que te traiga de vuelta aunque sea de las orejas. Me gusta volver a leerte.
las manos nos delatan, nos definen, son como una prolongación de nuestra personalidad. Nunca mienten cuando actúan sin nuestro control. Acarician, castigan, se vuelven armas cuando se blande un dedo acusador y se hacen palomas para expresar nuestro amor.
Qué pena deben sentir las aves, que carecen de ellas.
Ángel: Es bonito lo que has puesto, pero no creo que las aves sientan más pena que nosotros mismos. La prueba está que ellas nunca tratan de imitar nuestro comportamiento; y, sin embargo, nosotros no hemos parado a lo largo de la historia hasta conseguir imitar el suyo. ¿Será que nunca tenemos las manos lo suficientemente llenas y no paramos hasta conseguir tener todo lo que no está al alcance de nuestra mano?.
Alalluna, lo que nos diferencia de los animales es nuestra capacidad para sonreír y el ansia de superación. Malo es cuando perdemos la sonrisa o las ganas de alcanzar las nubes.
La senectud comienza cuando se cae en un estado de laxa indiferencia.
¿Nos volveremos animales?...
Ángel: Conseguir volar cada vez más alto y mantener al mismo tiempo los pies en el suelo es uno de los grandes retos que nos vemos obligados a superar. Mientras que algunos, no son capaces de emprender ni siquiera el vuelo y se quedan mirando siempre con su ala rota; otros, se empeñan en volar mucho más alto de sus posibilidades y acaban perdiendo todos sus puntos de referencia en la vida. En el equilibrio supongo que está el truco...
Tienes mucha razón Ángel, espero que no perdamos nunca ni las ganas de sonreír, ni nuestras ganas de superación. Son dos ingredientes fundamentales para hacer que nos sintamos vivos y podamos volar cada vez más lejos.
Pues yo no tengo ni idea del lenguaje de manos, pero puedo asegurar que gesticulo muchisimo con ellas.
Un saludo desde Marimbatrix Alalluna :D
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