09 agosto 2006

Caprichos del destino

Todos hemos tenido nuestra época rebelde en algun momento. Cuando a mi me tocó en su día padecer la mía, recuerdo que mi padre siempre solía decirme: “No te preocupes, en cuanto cumplas los 18 te regalaré una maleta para que te vayas a vivir tu vida como más te convenga, pero hasta entonces...”. Nunca llegué a pensar que me lo decía enserio, ni tampoco llegué a desear seriamente que esa frase llegara a ser algo más que meras palabras. La rebeldía se aletarga con los años, pero son curiosas las cosas que esos mismos años ponen después en tu camino. Quién me iba a mi a decir que ese “regalo” no realizado pasaría a tener posteriormente tanto protagonismo en mi vida.

Por caprichos del destino, podría decirse que vivo entre dos ciudades, a las dos las he hecho ya parte de mi misma; pero, eso de llevar siempre la casa a cuestas como los caracoles, es algo a lo que cuesta un poco acostumbrarse. Debe ser porque tampoco tuve nunca la paciencia suficiente para ponerme a hacer puzzles; y es que, intentar que todo encaje sin problemas dentro de una maleta puede ser, a veces, incluso más desesperante todavía. Nunca nos paramos a pensar en la cantidad de cosas de las que dependemos y de las que podríamos prescindir fácilmente llegado el caso, siempre acostumbramos a viajar con exceso de equipaje. Es una ironía que todo aquello que de verdad si importa, como son nuestra familia y amigos, no pueda ser llevado también dentro de nuestra maleta, ni por muy grande que esta sea.

En cualquier caso, esto de ser una pizca caracol, !vale mucho la pena!; y tratándose de mí, todo viaje de ida siempre va acompañado de un pronto viaje de vuelta. En el fondo, siempre acaba uno pillándole el truco a todo; así que, en cuanto aprenda a hacer puzzles, !todo solucionado!.

7 Cosquillas:

La cosquilla de Anonymous Anónimo dice...

Mientras lleves en la maleta el valor de la amistad, una sonrisa en la cara, un bello recuerdo, un amor correspondido y sincero, esperanza e ilusión, lo demás que te lo lleve SEUR !!

2:05 a. m.  
La cosquilla de Blogger Alalluna dice...

SEUR? Vaya!, ese señor tiene pinta de simpático!. Cualquier día de estos lo invito a un café a ver que se cuenta ;-)

2:09 a. m.  
La cosquilla de Anonymous Anónimo dice...

Esos viajes merecen la pena, y es como tú dices que todo viaje de ida siempre va acompañado de un pronto viaje de vuelta.
Tú hazle caso a Carquinyol en su respuesta que lleva toda la razón!!!
Y disfruta de tus vacaciones.
;)

2:21 a. m.  
La cosquilla de Anonymous Anónimo dice...

Estoy de acuerdo con vosotros.
A mí lo de vivir entre dos ciudades me gustó mucho, era como tener dos vidas a la vez, con un pequeño nexo que hacía que las dos parecieran reales.
Sra Alalluna tenga usté cuidao de invitar al señor Seur a un café, no vaya a ser que se piense algo que no es :P
Ciaooouououou!

12:06 p. m.  
La cosquilla de Blogger Alalluna dice...

Brisa: Gracias por el consejo, intentaré disfrutar lo máximo posible de mis vacaciones. En cuanto menos se lo espera una se esfuman y hay que aprovechar ahora que se puede.

Tresmaletas: Tienes razón, eso de vivir entre dos ciudades en parte es como poder disfrutar de dos vidas al mismo tiempo; además, tiene otra cosa positiva, no hay nada mejor que echar de menos para aprender a valorar y a aprovechar mejor cada pequeño momento cuando surje la oportunidad. Es como poder vivir dos vidas, pero viviéndolas aún con más intensidad.

1:36 p. m.  
La cosquilla de Blogger Jorge dice...

Me gustan las dos: alalluna - hazte cosquillas... Bonitas palabras, bonitas sensaciones.

Beso

9:55 p. m.  
La cosquilla de Blogger Alalluna dice...

Platinum: Lo que es bonito es tu rosa, gracias por pasearla por mi pequeño rincón. Aquí siempre será bienvenida. ;-)

10:31 p. m.  

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